Desde diciembre de 2016, España forma parte de la Coalición Internacional para la Conservación de los Polinizadores, comprometiéndose en tomar una serie de medidas para su protección. Para ello, ha preparado un Plan de Acción Nacional, actualmente en periodo de información pública hasta el 5 de abril.
El Plan tiene como objetivos:
Conservar las especies de polinizadores amenazadas y sus hábitats.
Promover hábitats favorables para los polinizadores.
Mejorar la gestión de los polinizadores y reducir los riesgos derivados de plagas, patógenos y especies invasoras.
Reducir el riesgo derivado del uso de productos fitosanitarios para los polinizadores.
Apoyar la investigación para la mejora del conocimiento.
Garantizar el acceso a la información y divulgar la importancia de los polinizadores.
Los insectos son los principales vectores de polinización de las plantas. En España este papel se reparte entre 7000 especies de dípteros, 4000 de lepidópteros, 9500 de himenópteros y más de 10000 de coleópteros. Dentro de los himenópteros se encuentran las abejas, entre las que destaca la abeja de la miel (Apis mellifera).
El descenso importante de las poblaciones se ha debido principalmente a diversos factores:
Pérdida y degradación de hábitats: el aumento de la agricultura produce una pérdida de diversidad y disminución de las flores silvestres, lo que afecta a la disponibilidad de alimento, refugio, desarrollo y reproducción.
Uso de productos fitosanitarios: el uso de insecticidas, herbicidas y fertilizantes puede causar la muerte directa o indirectamente de los polinizadores.
Agentes patógenos, parásitos y enfermedades: en España, la parasitación por el ácaro Varroa sp. y la enfermedad nosemosis ha provocado alta mortalidad entre las abejas melíferas.
Especies exóticas invasoras: la Avispa asiática (Vespa velutina) ya ha aparecido en territorios del norte y este de España. La plantación de especies exóticas puede provocar la disminución de la polinización de las especies silvestres.
Cambio climático: afecta a los polinizadores silvestres por desajustes temporales entre floración y polinización, mortalidad por condiciones climáticas extremas, etc.