El pasado día veintidós de enero tuvo lugar el Seminario del Vicerrectorado de Campus y Sostenibilidad de la UAM, y en la recepción antes de que comenzara el evento, algunos alcaldes comentaron los problemas que habían ocasionado las últimas nevadas, saliendo a colación el tema de la sal que se esparce para evitar las placas de hielo y el deterioro que se produce del pavimento por su uso. Es posible que sea de interés que mencionemos algunos métodos alternativos que se emplean en países o localidades con más tradición en la gestión de nieve y hielo. Para evitar la formación de hielo en las carreteras, calzadas y aceras, el método más utilizado en nuestro país es la sal común (Cloruro de sodio). La sal común ayuda a que el hielo se disuelva más rápidamente. Gracias a las reacciones químicas que se producen entre el agua y la sal, la temperatura de congelación desciende en torno a -21ºC. No obstante, este procedimiento no es inocuo para el medio ambiente y causa daños a aceras, calzadas y carreteras y a los vehículos que circulan por ellas. Existen otros medios para evitar la formación de placas de hielo:
Atender de forma rigurosa a las predicciones meteorológicas para asegurar que sea de verdad necesario el uso de sustancias anticongelantes.
Utilizar medios mecánicos para evitar acumulaciones de nieve
Utilizar pavimentos más rugosos que evitan parcialmente la formación de placas de hielo.
En algunos países se está experimentando con programas informáticos que permiten prevenir la acumulación de nieve en carreteras. En este sentido, seguro que puede resultar de utilidad usar modelos predictivos a la hora de desarrollar proyectos de infraestructuras lineales, evitando los lugares que puedan resultar más conflictivos por acumulación de nieve.
Se están realizando pruebas para testar la eficacia de la melaza o de un producto fabricado con zumo de remolacha para evitar la formación de hielo. En este sentido el Centro Tecnológico Cartif de Valladolid y el equipo de vialidad invernal de la empresa Collosa han realizado pruebas, buscando nuevos fundentes en base a subproductos como melazas de la industria azucarera, residuos del proceso vitivinícola o salmueras y lactosueros procedentes de empresas lácteas.
En algunos lugares concretos se utiliza urea, pero su uso no debe ser generalizado, dado que también plantea problemas ambientales. Su valor como nutriente puede tener efectos no deseados. Algunos países lo utilizan en casos muy concretos, por ejemplo en aeropuertos ya que no presenta efectos corrosivos en los aviones.
En algunos países mezclan la sal con materiales inocuos como arena para reducir el uso de este producto.
También se realizan mezclas con cloruro potasio o salmuera de cloruro cálcico.
El acetato de calcio-magnesio como la alternativa con menos consecuencias negativas. Es un material sólido que se disuelve en agua y que, además de ser inocuo para plantas y animales, no corroe el metal ni daña las carreteras. Otra sustancia de prestaciones similares es el acetato de potasio, base de anticongelantes comerciales libres de cloro.